- La pericoronaritis es una inflamación de la encía, frecuente en la erupción de las muelas del juicio.
- Tiene causas como la falta de espacio, mala higiene bucal o debilitamiento del sistema inmunitario.
- Se manifiesta con dolor, inflamación, halitosis y, en casos graves, fiebre y abscesos.
- Un tratamiento a tiempo incluye antibióticos, operculectomía y medidas de higiene específicas.
La pericoronaritis, también conocida como pericoronitis, es una afección bucodental más frecuente de lo que parece. Suele afectar a jóvenes adultos, especialmente durante la erupción de las muelas del juicio, causando molestias, dolor e inflamación localizados en la encía.
En este artículo te explicaremos de forma detallada qué es exactamente esta afección, cuáles son sus síntomas principales, las causas que la provocan y las opciones de tratamiento disponibles para aliviar las molestias y evitar complicaciones a largo plazo. También veremos cómo prevenir su aparición para mantener una salud oral óptima.
¿Qué es la pericoronaritis?
La pericoronaritis es una inflamación e infección de los tejidos blandos de la encía, generalmente asociada a un diente en erupción, como las muelas del juicio. Este proceso inflamatorio ocurre cuando la encía no se retrae por completo y deja un «capuchón» de tejido que cubre parcialmente el diente, lo que facilita la acumulación de bacterias y restos de comida.
Esta afección suele aparecer en jóvenes entre los 18 y 30 años, siendo más frecuente entre los 21 y 25 años, cuando típicamente erupcionan los terceros molares. Aunque también puede darse en niños en proceso de dentición, estos casos son menos habituales.
Causas principales de la pericoronaritis
Existen varias razones por las que puede desarrollarse esta patología, siendo las más comunes:
- Falta de espacio en la mandíbula: cuando la muela del juicio no tiene suficiente espacio para erupcionar correctamente.
- Encía gruesa: el tejido que recubre el diente puede ser problemático al no permitir que el diente salga completamente.
- Mala higiene bucal: al tratarse de una zona de difícil acceso, se acumulan restos de comida y bacterias, facilitando la infección.
- Alteraciones hormonales: procesos como el embarazo o la menstruación pueden incrementar el riesgo de esta afección.
- Debilitamiento del sistema inmunitario: enfermedades como diabetes o lupus, así como el estrés, pueden aumentar la vulnerabilidad.
Síntomas de la pericoronaritis
Los signos de esta afección suelen manifestarse de forma gradual y pueden variar en intensidad según el tipo de pericoronaritis:
- Dolor mandibular: generalmente localizado en la zona afectada, pero puede irradiarse hacia otras áreas, como el oído o la faringe.
- Inflamación y enrojecimiento: la encía muestra hinchazón evidente y puede presentar sangrado leve al tacto.
- Halitosis: mal aliento, acompañado de un mal sabor de boca.
- Supuración de pus: en casos más graves, puede aparecer un absceso que requiere drenaje.
- Fiebre y malestar general: cuando la infección se disemina, puede causar síntomas sistémicos.
- Dificultad para abrir la boca: también conocido como trismus, que dificulta la alimentación y la comunicación.
Tipos de pericoronaritis
Existen tres variantes principales de esta patología, según su gravedad:
- Pericoronaritis aguda congestiva: caracterizada por dolor moderado y molesto, con inflamación de la zona.
- Pericoronaritis aguda supurada: incluye supuración de pus y síntomas más intensos, como fiebre y afectación de los ganglios submandibulares.
- Pericoronaritis crónica: es menos dolorosa, pero se presenta de forma persistente con molestias leves y recurrentes.
Tratamientos disponibles para la pericoronaritis
El tratamiento dependerá de la gravedad de cada caso:
- Fase inicial: se recomienda una higiene bucal cuidadosa, enjuagues con clorhexidina y el uso de antiinflamatorios.
- En casos avanzados: puede ser necesario el drenaje del absceso y el uso de antibióticos recetados por el odontólogo.
- Opciones quirúrgicas: si la infección persiste, el dentista puede practicar una operculectomía (eliminación del tejido gingival) o extraer la muela del juicio.
Es necesario acudir al dentista a la menor sospecha de pericoronaritis para determinar el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones mayores.
¿Cómo prevenir esta afección?
La mejor manera de prevenir la pericoronaritis es mantener una higiene bucal meticulosa. A continuación te ofrecemos algunos consejos útiles:
- Cepillado diario: asegúrate de limpiar correctamente la zona de las muelas del juicio tras cada comida.
- Enjuagues bucales: utiliza colutorios con antiséptico para reducir las bacterias.
- Visitas regulares al dentista: una revisión periódica puede detectar problemas potenciales antes de que se agraven.
Siguiendo estos pasos y prestando atención a las señales de tu cuerpo, podrás minimizar el riesgo de desarrollar esta incómoda afección y garantizar una buena salud bucodental.
La pericoronaritis es una condición que puede parecer común, pero no debe tomarse a la ligera. Desde molestias leves hasta infecciones graves, esta patología evidencia la importancia de una buena higiene oral y de acudir al odontólogo ante cualquier anomalía. Si bien las muelas del juicio son las principales culpables, con un tratamiento adecuado y oportuno, es posible aliviar los síntomas y prevenir futuras complicaciones.