- Las caries son la enfermedad dental más común y prevenible.
- Enfermedades como la periodontitis pueden causar la pérdida de dientes.
- La prevención con una buena higiene oral y revisiones periódicas es esencial.
Mantener una correcta salud bucodental no solo previene la aparición de enfermedades, sino que también evita otros problemas de salud más serios. Ya sea que se trate de caries, sensibilidad dental, o hasta algo más grave como el cáncer oral, muchos de estos problemas pueden detectarse a tiempo y ser solucionados con los cuidados y tratamientos adecuados. Así que a continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre las enfermedades dentales más comunes y cómo puedes evitarlas.
Caries dental
La caries dental es probablemente la enfermedad más conocida y prevalente a nivel mundial. De hecho, se estima que prácticamente todos hemos sufrido algún tipo de caries a lo largo de nuestra vida. Aparece cuando no eliminamos la placa bacteriana de nuestros dientes, lo que lleva a la formación de ácidos que dañan el esmalte. Este proceso puede avanzar hasta afectar capas más profundas del diente si no se trata a tiempo.
El principal tratamiento para la caries depende de su gravedad. Si se detecta a tiempo, basta con eliminar la parte afectada y rellenar el diente con una resina compuesta. Sin embargo, en los casos más graves, puede ser necesario recurrir a una endodoncia o, directamente, a la extracción del diente.
Gingivitis
Para prevenir la gingivitis, es crucial mantener una higiene bucal adecuada, cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental. Si ya se presenta inflamación o sangrado, es importante visitar al dentista para recibir un tratamiento adecuado como una limpieza dental profunda.
Periodontitis
La periodontitis es la evolución de una gingivitis no tratada, y es una de las causas más frecuentes de pérdida de dientes en adultos. En esta fase, las bacterias avanzan hasta el hueso que sostiene los dientes, causando su debilitamiento. Los signos de periodontitis incluyen sangrado frecuente de encías, encías retraídas, movilidad dental e incluso la aparición de abscesos.
El tratamiento de la periodontitis es más complicado que el de la gingivitis y suele requerir limpiezas más profundas, medicamentos y en algunos casos cirugía. Al tratarse de una enfermedad crónica, la clave está en la prevención y en las revisiones periódicas con el odontólogo.
Halitosis o mal aliento
La halitosis o mal aliento es una afección muy común y suele tener su origen en problemas dentales como la acumulación de placa bacteriana, caries o enfermedades de las encías. También puede deberse a otras causas menos comunes como la sequedad bucal o problemas digestivos.
Para prevenir la halitosis, es fundamental mantener la boca limpia, utilizando un buen cepillado y complementarlo con el uso del hilo dental y colutorios. La visita periódica al dentista también es esencial para tratar cualquier problema subyacente que pueda estar causando el mal aliento.
Herpes labial
El herpes labial es contagioso, por lo que es importante evitar el contacto con la zona afectada, especialmente durante un brote. También es aconsejable el uso de cremas protectoras para evitar la propagación del virus.
Llagas o aftas
Las aftas, también conocidas como llagas bucales, son pequeñas úlceras que aparecen en el interior de la boca y pueden ser muy molestas. A diferencia del herpes, no son contagiosas y suelen desaparecer por sí solas en una o dos semanas. Existen diversos factores que pueden desencadenar su aparición, incluyendo una higiene bucal deficiente, estrés, y falta de vitaminas.
Para aliviar el dolor y favorecer su curación, pueden utilizarse enjuagues bucales especiales o, simplemente, agua con sal. Si las aftas persisten durante más de dos semanas o reaparecen frecuentemente, lo mejor es acudir al dentista para una evaluación más detallada.
Sensibilidad dental
La sensibilidad dental es un problema muy común que afecta a una parte considerable de la población. Consiste en un dolor agudo que aparece al ingerir alimentos o bebidas frías, calientes o dulces. Las causas principales de la sensibilidad son la pérdida de esmalte dental y la retracción de las encías, lo que expone la dentina sensible a los estímulos externos.
Para tratar la sensibilidad dental, es fundamental utilizar productos específicos como pastas dentales para dientes sensibles y evitar hábitos que favorezcan el desgaste del esmalte, como el bruxismo o el cepillado agresivo.
Traumatismos dentales
Los traumatismos dentales ocurren a menudo debido a golpes o accidentes que afectan los dientes y pueden resultar en fracturas o incluso en desplazamientos de los mismos. Dependiendo de la gravedad del traumatismo, el tratamiento puede variar desde una simple reconstrucción del diente hasta procedimientos más complejos como una endodoncia o la colocación de coronas.
En cualquier caso de traumatismo dental, acudir rápidamente a un dentista es esencial para evitar que se agrave el problema o se pierda la pieza afectada.
Cáncer oral
El cáncer oral es una de las enfermedades dentales más graves y potencialmente mortales. Afecta habitualmente a los labios, lengua, encías y otras partes de la cavidad bucal o garganta. Los factores de riesgo más comunes incluyen el consumo de tabaco y alcohol y las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH).
Al igual que con otros tipos de cáncer, la detección temprana es clave para un tratamiento efectivo. Por eso, es importante prestar atención a cualquier signo como llagas que no sanan, manchas blancas o rojas en la boca, y consultar al dentista para una revisión.
Después de conocer las enfermedades dentales más comunes y sus características, es evidente que la prevención es el mejor recurso que tenemos. Una buena higiene bucodental, visitas regulares al dentista y mantener un estilo de vida saludable pueden evitar la aparición de muchas de estas patologías. Es fundamental adoptar buenos hábitos desde edades tempranas y concienciar sobre la importancia de mantener nuestra boca en buen estado.
